“Un excéntrico, un fenómeno, un individuo que disfruta del vértigo, un enamorado del desequilibro.
Manic Freak es un personaje dinámico y carismático, que impulsado solo por el deseo, encuentra el humor en el punto justo de tensión. Rompiendo las estructuras de lo tradicional este personaje recorre el escenario interactuando directamente con el público. Realizando sus destrezas de malabares, acrobacia y equilibrismo, logra cautivar al espectador, realizando un pasaje de lo tierno a lo absurdo, para luego tocar nuestra naturaleza más sensible, el niño interior”.
Un extraño baúl marca el centro de la escena. Veremos un individuo que en la mayor de sus tranquilidades decide desvestirse para ponerse una extraña ropa de gala que lo caracteriza, su rostro cambia igual que su cabello convirtiéndolo en una extraña criatura benévola que se decide a realizar su primer número:
Subirse a su bicicleta del tamaño de un zapato y girar alrededor de la pista. Pero no es todo. Una vez conseguido su deseo – ya que la psicopatía no se conforma tan fácilmente- nuestro héroe se decide a cargar a un pesado hombre del público en sus hombros para recorrer la pista y lograr su extraño cometido. El payaso se prueba a sí mismo, no al público y comienza a poner en juego la manipulación de los objetos, los años de práctica que han logrado domar el movimiento más sutil de cada cosa. Nuestro héroe acompañado de sus esferas de cristal realiza una rutina de movimientos en donde la música y la imagen construyen el significado.
El número final de un payaso es aquel que lo compromete, ese en el que deja su vida y el público finalmente vence la totalidad de lo creíble. Heredado y enseñado del legendario acróbata Argentino Oscar Videla , nuestro personaje desarrollará el número de las botellas que lo caracteriza, en donde su cuerpo parado de manos hará el equilibrio escaso sobre dos sillas apiladas verticalmente cuyas patas apoyan en frágiles botellas de vidrio en una alta estructura que vuelve todo esto algo impronunciable, indescriptible y eterno. Manic Freak presenta su espectáculo cargado de sutil ideología, recordándole al mundo que la locura siempre ha triunfado.